La Presidenta Michelle Bachelet oficializó el tercer plan económico del Gobierno en lo que va del año, que en este caso se centra en seis medidas en materia laboral.
3 objetivos:
- cuidar el empleo
- disminuir los despidos
- mantener la vinculación laboral.
"Esperamos reducir en aproximadamente un punto y medio la tasa de cesantía", lo que se traduce en que habría un potencial de 125 mil puestos de trabajo promedio mensuales que se beneficiarían en el lapso de los 12 meses que cubre el plan desde que se implemente.
Bautizado como Acuerdo Nacional por el Empleo, la Capacitación y la Protección Laboral, buscó mostrar por primera vez durante la administración de la Presidenta Bachelet un resultado concreto del diálogo entre trabajadores, representados por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), y el empresariado, con la presencia de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).
"Diálogo social, responsabilidad por luchar juntos para que el país enfrente bien y salga adelante de esta crisis", Claudia Serrano, Ministra del Trabajo
"Chile una vez más da el ejemplo, le ponemos el hombro, nos ponemos de acuerdo y avanzamos todos juntos", expresó su par de Hacienda, Andrés Velasco.
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La CUT cerró recién en la noche del martes el pacto, en el mismo Ministerio de Hacienda. Del Plan Laboral final una de las medida apunta a premiar a las empresas que retengan a su personal. Se trata de un incentivo tributario que permite a una empresa descontar de su pago provisional mensual 2,5 veces de aquello que destine a capacitar a sus trabajadores con rentas brutas mensuales de $380 mil. La condición es que la firma no haya despedido a nadie en abril de 2009, calculando la dotación de un mes en base al promedio móvil de los últimos tres meses, informa Hacienda.
Otra medida (que una empresa puede utilizar en forma simultánea a la anterior medida) implica una suerte de despido "blando", dicen en la CUT. Si alguien será desvinculado, al menos obtendrá los beneficios del Seguro de Cesantía mientras recibe una capacitación, y por un máximo de cinco meses -continuos o alternados- seguirá como empleado de la empresa. Debe ser un pacto voluntario entre ambas partes. En ese período, el trabajador recibirá la mitad de su sueldo promedio de los últimos seis meses (con un tope de $190 mil mensuales) desde su cuenta individual del seguro (el empleador deberá cotizarle si requiere completar la prestación monetaria), siempre que asista a su capacitación. El contrato de trabajo sigue vigente, con todos sus derechos.
Las otras medidas apuntan a fortalecer franquicias de capacitación para jóvenes, jefas de hogar y trabajadores especializados, y hay un acceso express al seguro de cesantía para quienes tenían un contrato a plazo fijo y por obra o faena al 1 de mayo.
Economistas destacan que el plan protege a los actuales empleados, pero no fomenta la creación de nuevas plazas.
Fuente: Diario El Mercurio
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